El boom de la publicidad programática
- Antonio Gómez
- Jul 22, 2018
- 2 min read

El éxito de las campañas publicitarias se debe a un estudio intensificado y minucioso de los clientes y de los propios competidores. La imagen que se muestra de una empresa concreta se masifica a través de parámetros de marketing donde el sujeto es el usuario, y en este mundo digital , el usuario online.
Ahora bien la cuestión principal de los resultados se debe a que la estrategia mantenida y concentrada en un propio nicho de posibilidades de comercio, se encuentra en la realización de la programación de publicidad o bien llamado marketing programático. La empresas utilizan desde hace varios años un estilo de marketing basado en dirigirse hacia un público en concreto, es decir, clasificar los contenidos y mandarlos a el usuario indicado. Un plan que ha dejado en el último año hasta más de 37 millones de dólares en varias empresas del sector de marcas poco reconocidas. Por ejemplo damos el caso de Vinoselección. Una marca que en sus primeros dos meses utilizando este proyecto multiplicó su inversión y sus ingresos, utilizando Google Adwords, Social Media ADS y Marketig Publicitario. La veíamos en cada periódico de tirada nacional, en portadas y utilizando el email marketing.
Esta prueba de éxito es una de las más claras en nuestro país, pero ahora la cuestión de utilizar este marketing trate consigo un derrumbe y una caída que hasta hace poco tiempo no estaba ni en los peores sueños de las empresas de marketing. ¿ Qué es lo que ha pasado?
Simplemente una desconfiguración de los usuarios y los anuncios. Sabemos que el marketing publicitario se mueve hacia un público en concreto sin masificar la red de consumidores, y dirigiéndose a uno en particular. Por ello se implantaban los anuncios en sitio precisos, pero ahora parece que ese mensaje no es que llegue a otro público, sino que puede que no lo vea nadie. Caso como YouTube. Los videos publicitarios van hacia un cliente en especial, ahora esa configuración de parámetros se ha desvinculado. Suponiendo un riesgo de fraude.
Esta preocupación de sector publicitario se resume en una choca choca entres los anunciantes y los medios. Las vías como plataformas publicitarias han caído en precios, bajando la cotización de los anuncios, provocando una crisis. En ese intervalo los anunciantes dejan de confiar en estas empresas y los medios hacen lo mimos dejando su portafolio a terceros para que publiquen sus anuncios. Pasando de una media de 7,7 millones de anunciantes en 2016 a la marca de 5,7 en 2018.
Ninguno parece estar beneficiándose y esto provoca el fin del marketing publicitario. Sin una herramienta básica como los medios, esto no tiene sentido, y con ello provoca la descomposición y el engaño del propio plan de calidad y éxito que se exponía hace diez años y que ahora es solo una idea más y un paso del tiempo. Decían que era el sustituto del SEO…
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